Cómo llegar a las Islas Eolias

El ferry es probablemente el medio más utilizado para llegar a las islas eolias. Dependiendo de la temporada y la frecuencia, los puertos que operan varían por lo que es algo que hay que tener en cuenta a la hora de planificar el viaje. En nuestro caso, en plena semana santa, cogimos el ferry que sale desde Milazzo. Hay varias compañías de ferry que operan, entre ellas Sidemar y Liberty lines son de las más conocidas.

Desde Milazzo tardamos 50 minutos en llegar a Vulcano, un paseo en barco que bien merece la pena. Los ferrys salen desde el puerto de Milazzo y tienen una caseta propia por lo que, no hay pérdida. Alrededor del puerto hay bastante aparcamiento pero no suele haber sitio por lo que recomendamos coger algún parking de antemano, sobre todo si se va en temporada alta. El mismo ferry va haciendo paradas por las diferentes islas y Vulcano al ser la más cercana, suele ser la primera parada de la ruta. Por unos 15€ el trayecto, llegamos a las islas eolias, a la isla de Vulcano.

Qué hacer en la isla de Vulcano

A pesar de que la isla de Vulcano es bastante pequeña, apenas 21km², los atractivos que posee hacen que esta isla sea una visita imprescindible a la hora de visitar las islas eolias.

Su principal atractivo es el volcán más alto de la isla, de unos 500 metros aproximadamente. El llamado «gran cratere della fossa» tiene unas vistas espectaculares de la isla y es bastante sencillo llegar a su cima. Desde el puerto donde atraca el ferry, seguimos la carretera que sale hacia la izquierda y tras pasar unos restaurantes y varios comercios, veremos ya las señales que indican el camino al gran cráter. La subida es de alrededor de una hora y si evitamos las horas de más calor, no es especialmente complicado. Una vez arriba, se puede bordear el cráter y unirlo con otras rutas hacia otros puntos de la isla. La vistas desde arriba son espectaculares y podrás divisar unas cuantas islas más, incluida la famosa Stromboli con su volcán activo.

Las fumarolas que salen desde varios puntos del cráter le dan un toque especial a este cráter pareciendo que estás en otro mundo. Eso sí, como todo yin tiene su yang, el olor a azufre es bastante intenso en toda la isla por lo que no te extrañes nada más bajar del ferry.

Justo al otro lado de donde para el ferry, tenemos la playa llamada «agua caliente». El nombre es debido a una fumarola que hay bajo el agua y que hace que haya un jacuzzi constante en este playa. En la esquina derecha de la misma, encontramos un rincón donde la gente acude a darse baños de barro. Y es que este es el segundo motivo por el que esta isla es tan famosa. Los baños de barro y las aguas termales son uno de los atractivos que hacen que muchos turistas visiten Vulcano.

Quisimos comprobar si el agua estaba tan caliente como dice su nombre y como no nos gusta fastidiar el final a nadie, ¡esperamos que lo descubráis en vuestra visita!

Justo en el lado contrario de esta playa de aguas calientes, está el Porto di Ponente, una larga playa de arena negra con vistas a otras tres islas. Un punto de descanso en la visita a las islas eolias.

Como siempre decimos, la mejor manera de descubrir un lugar es patearlo y esta isla no va a ser menos. Con tiempo y sin estar en temporada alta, pasear por esta isla que parece sacada de una película de ciencia ficción será el mejor recuerdo. También se pueden alquilar bicicletas en la propia isla por si el calor aprieta en exceso.

Una de las mejores decisiones en nuestra ruta por Sicilia fue escaparnos a esta isla, una auténtica maravilla de la naturaleza.