Kruje, parada en la ruta por Albania

Uno de los pueblos que más habíamos visto recomendado es Kruje. Quizá por la cercanía a la capital del país, la verdad que es una parada cómoda y si se va con tiempo, la recomendamos. No hace falta mucho tiempo para poder ver el pueblo ya que es bastante pequeño y lo más llamativo se concentra en la parte alta del mismo.

El castillo es fácil identificarlo ya que se ve casi desde todos los puntos de la ciudad. En ese recinto, hay un un par de museos, el museo nacional y el etnográfico, ambos de pago. El recinto donde se encuentra el castillo y los museos es de entrada libre y dentro hay varios restaurantes con terrazas y vistas muy bonitas al resto del pueblo y los alrededores.

Dentro de este recinto hay una pequeña mezquita que es un rincón con mucho encanto y que también tiene un mirador con buenas vistas. Se trata de «Tekke of dolma» y hay plantado un olivo que dicen que tiene unos 500 años. Cuenta la leyenda que fue plantado por el héroe nacional, Skanderberg nacido en Kruje, el día de su boda y a partir de entonces, se estableció la tradición de plantar un olivo el día que se celebra una boda.

En los alrededores del castillo, probamos el Restaurante Emiliano. Pedimos unos cuantos entrantes para probar varias cosas: queso al horno, japrak (son unas hojas de parra rellenas de arroz con carne) y Tave Dheu, carne picada en salsa de queso con especias. Con la bebidas, la comida nos salió por unos 23€.  Quizá no acertamos en la elección pero no nos gustó en exceso el restaurante. También hay opción de pedir un menú establecido que consta de un primero (un plato degustación de varios entrantes) y después, un plato de carne/cordero al horno por unos 39€. Vimos más gente con este menú que pidiendo a la carta por lo que quizá hubiese sido una elección más acertada. De todas formas, hay muchos restaurante en Kruje por lo que probaríamos otro sin duda.

Otro de los puntos más importantes de Kruje, si no el que más, es el Bazar. Se expande a lo largo de unas dos o tres calles llenas de tienditas en su gran mayoría de souvenirs aunque se puede encontrar alguna auténtica de alfombras. Aquí funciona el regateo, así que si algo os gusta, sin problema empezarán a mover los precios. Al lado del bazar se alza una pequeña mezquita por lo que paseando por las calles empedradas, casi seguro escucharéis la llamada a la oración más de una vez.

Una de las calles del Bazar, acaba en una pequeña plaza donde se encuentra el Hotel Panorama. Uno de los sitios más visitados de Kruje gracias a sus vistas. Es un hotel restaurante por lo que aquí también se puede comer o tomar algo. En esta pequeña plaza, encontramos unas escaleras que bajan a unos baños públicos gratuitos, que siempre se agradece.

En la calle que se llama «rruga kala» se llega a una plaza con la estatua de Eskanderberg y cerca hay una panadería cuyo nombre es bastante fácil de recordar: George W Bush. Se trata de una cadena porque también lo vimos en algunas ciudades y a pesar de preferir las panaderías/pastelerías locales, entramos a probar el dulce típico albanés y la verdad que no nos defraudó, estaba muy bueno y los precios son muy razonables.

Si te preguntas dónde aparcar en Kruje, es bastante fácil, por lo menos en semana santa. Hay varios parkings cerca del castillo y por 2€ puedes dejar el coche todo el día. Aunque como en muchas zonas de Albania, puedes dejar el coche donde pilles. El parking donde dejamos el coche era una explanada de gravilla a nada del comienzo del bazar.

Como teníamos tiempo, aprovechamos a ver el atardecer en el Lago Baruni. Es una zona muy bonita y justo en esta época se oyen millones de ranas. Eso sí, hay que dejar el coche nada más entrar en la carretera que señala el lago porque si no, luego no se puede dar la vuelta con el coche en ningún punto ni dejarlo en ningún lado ya que es todo zona de casas individuales.

Si tienes más tiempo, también se puede hacer una ruta y subir a la montaña de Kruje. No lo hicimos pero seguro que las vistas son espectaculares.

Berat

Berat es sin duda, una de las ciudades más bonitas de Albania. Vigilada desde lo alto por la colina que alberga el castillo, esta ciudad dividida en dos por el río es una parada imprescindible en la ruta por Albania. El castillo, una de las mayores atracciones de la ciudad, se encuentra arriba de una pequeña montaña. Se puede subir en coche casi hasta la cima y así evitar las calles empinadas que hay que recorrer para llegar hasta ahí. Si no te importa caminar, te recomendamos subir andando e ir viendo las magnificas vistas a medida que se va ganando altura. Te recomendamos ir con calma y disfrutar de uno de los pocos castillos que todavía están habitados en Europa. Verás que hay varios restaurantes, alguna tienda típica y casas en las que todavía vive gente a día de hoy, lo que hace este castillo algo muy especial. Aprovechamos a comer en uno de los pequeños restaurantes familiares que hay en una de las callejuelas y la verdad que fue todo un acierto. Eso sí, hay que tener en cuenta que los gatos acompañan en casi todas las comidas que se hacen en una terraza Albanesa, importante tener en cuenta si no se siente mucho aprecio por estos animales.

Una de las cosas que más nos sorprendió y gustó de esta zona de Berat fue la iglesia de «Santa María Vllahernës». Nos la encontramos por casualidad y viendo que estaba abierta, entramos. Dado su aspecto exterior no sabíamos que nos encontraríamos lo que después vimos. Una sala entera llena de frescos de arriba a abajo. La verdad que impresiona entrar en esta pequeña sala. Si veis la puerta abierta, no dudéis en entrar, muy recomendable aunque la visita a iglesias no entre en vuestro plan.

Como en casi todas las ciudades de Albania, verás que hay multitud de iglesias y mezquitas repartidas por la ciudad, signo de las religiones más dominantes en el país. En el lado de la colina del castillo, Barrio Mangalem, se encuentran las típicas casas blancas que son la carta de presentación de la ciudad. Perderse por esas callejuelas empedradas puede ser un buen comienzo para descubrir Berat. Avanzando por esta orilla del río, encontramos un paseo muy agradable con un montón de terrazas donde comer o tomar algo. Siguiéndolo un poco más, empezamos a adentrarnos en el Berat menos turístico y el que más nos gustó. Aquí se pueden observar las casas donde vive la gente local, sus tiendas de quesos, carnicerías y demás tiendas habituales pero tan diferentes a las que conocemos. Cuando decimos que viajar a Albania es hacerlo al pasado, nos referimos a estas ocasiones en las que apenas hay turistas y la ciudad se muestra tal y como la vive la gente local.

Al otro lado del río, se encuentra el Barrio de Gorica, donde podemos encontrar una iglesia ortodoxa. Es un barrio muy pintoresco por el que recomendamos dar un paseo tranquilamente. Desde este barrio se tienen las mejores vistas de la ciudad de Berat sin ninguna duda.

Una de las excursiones más recomendables que hacer desde Berat es visitar el cañón de Osum. Habíamos leído que la carretera igual estaba un poco complicada pero tras hablar con el hombre de nuestro alojamiento, decidimos ir en nuestro coche. La verdad que la carretera está perfecta y no hay ningún problema. En nuestro caso, decidimos hacer una ruta para llegar hasta el cañón desde un pueblo llamado Çorovodë. Dejamos el coche aquí y empezamos el camino hasta diversos puntos del cañón. En caso de que no se disponga de mucho tiempo, lo mejor es ir con el coche por toda la carretera que rodea el cañón e ir parando en alguno de los múltiples miradores que hay a lo largo del camino. Hay varios muy bonitos pero recomendamos para en este, que es unos de los más preparados pero te deja ver una de las curvas del cañón y es muy bonito. Nuestra ruta acabó en una pequeña playa rocosa en el río, cerca de un restaurante llamado Summer bar. Este es otro de los puntos que más nos gustó de la ruta por el cañón de Osum.

A la hora de buscar alojamiento en Berat, nos decantamos por el Hotel Demaj, un hotel familiar en el barrio de Gorica donde podíamos dejar el coche sin problema. Fue todo un acierto ya que la familia que lo lleva es encantadora. Tanto que nos pasamos una noche tomando algo con el hombre mientras nos contaba un poco la historia de Berat y Albania en general. Las habitaciones son amplias y el desayuno es muy abundante (como en casi todos los alojamientos que estuvimos en Albania) y muy bueno. Fue como estar en casa.

Uno de los restaurantes en Berat que nos recomendaron y al que fuimos dos veces a cenar fue el restaurante Eni, apenas a 5 minutos andando del hotel. También lo lleva una familia albanesa y la relación calidad-precio está muy bien, haciendo mención especial a la musaka que es excepcional.

Teth

En nuestra ruta por Albania, no podíamos no incluir el pueblito de Teth y los alpes albaneses. A esta zona le dedicamos especial atención ya que queríamos hacer varios días de montaña. Para nuestra sorpresa, en la época en la que estábamos (semana santa 2024) no había otra manera de llegar a Teth que en coche, por lo que no pudimos hacer el trayecto en barco por el lago Koman que la gente suele hacer para llegar a Valbona.

Una vez nos enteramos de esto (el día anterior a hacer la excursión) nos dirigimos a Teth en coche desde Shkodër. La verdad que la carretera es espectacular y bien merece la pena todas las curvas y los tramos estrechos que se recorren. Es importante saber que allí no vas a encontrar nada más que lo estrictamente necesario fuera de temporada. Nos referimos a que no hay gasolineras y tan solo hay una tienda parecida a un supermercado abierta fuera de temporada. Por lo demás, es todo lo que puedes esperar cuando llegas a una zona en la que la carretera ha sido acondicionada en 2021. Pocas casas, familias agradables, unos paisajes espectaculares… y mucha construcción hotelera en progreso. En la época que lo hemos visto había casi más grúas que establecimientos abiertos.

Rutas de montaña en Theth

Blue Eye

Esta es sin duda una de las rutas más famosas y transitadas de la zona de Theth. La exigencia es baja y el camino es espectacular desde el principio. La duración total es de dos horas aproximadamente, haciendo el camino con calma y parando en todos los puntos que te dejan con la boca abierta por el camino. Una vez más, apenas nos cruzamos con 4 personas durante todo el trayecto, por la temporada en la que fuimos y porque comenzamos la ruta un par de horas antes del anochecer, de forma que la gente que había ya estaba volviendo. Esto nos permitió estar en el ojo sin gente y disfrutarlo sin prisas.

La ruta comienza en un parking bastante amplio justo enfrente de un bar/restaurante, se llama Lulash Zelna aunque no hay pérdida ya que en Maps está indicado. Desde este parking junto al río ya se ve un puente que lo cruza por encima y ese es el comienzo de la ruta, que está señalizada en todo momento. El camino discurre por la orilla del río en todo momento, a veces al mismo nivel y otras va ganando altura. Al principio de la ruta hay una zona en la que se crean pequeñas «playas» de piedra en donde descansar a la vuelta y refrescarse.

Hacia la mitad del recorrido, el camino empieza a ascender hasta llegar a un «bar» improvisado. Cuando fuimos estaba cerrado pero en temporada alta suponemos que estará abierto, y abarrotado. También hay otro bar como este una vez llegas a la Blue Eye así que no hay que preocuparse por llevar comida o bebida a la ruta de la Blue Eye.

El último tramo es uno de los más bonitos, se pasan unos cuantos puentes de madera (en dudoso estado, todo hay que decirlo) que están justo por encima del pozo que es la Blue Eye y es espectacular. Muy recomendable ir a deshoras porque el sitio no es muy grande y es uno de esos sitios que si está abarrotado, pierde toda la magia.

Ruta de Valbona a Theth

Como hemos comentado un poco más arriba, esta ruta no pudimos hacerla en este sentido ya que en este época del año el acceso a Valbona está complicado, por no decir imposible. Así las cosas, partimos desde el pueblo de Theth, rumbo a Valbona sabiendo que no podríamos llegar al pueblo por el estado del monte. Nos comentaron que en una zona de la ruta se acumula mucha nieve durante el invierno y que era más que probable que todavía quedara una buena capa.

Desde Theth, la ruta comienza por la carretera donde está el supermercado «Mini Market Jezerca«. Justo aquí se puede dejar el coche y seguir la carretera que da comienzo a la ruta hacia Valbona. Al principio no hay muchas señales pero ten en cuenta que el camino adecuado es el que cruza el río, por muy raro que parezca, no hay que ir por los caminos de la derecha pues solo llevan a otros alojamientos. En esta dirección, la ruta es en ascenso durante todo el trayecto, un poco exigente si no se tiene costumbre de subir al monte. Lo bueno es que mucha parte de la ruta se hace por caminos despejados lo que te lleva a ver unas vistas espectaculares de valle.

A lo largo del recorrido nos fuimos encontrando con varios bares, unos que parecían como chiringuitos improvisados bajo los árboles, en nuestra temporada del año cerrados, y otros de refugios que estaban abiertos. No hay problema en encontrar sitios donde parar ya que está todo muy pensando para agradar a las turistas.

Después de un rato subiendo, llegamos al punto de no retorno. A partir de este punto la ruta empieza a descender hacia el pueblo de Valbona y es ahí donde nos encontramos con las vistas más espectaculares de la ruta de Theth a Valbona. Ante nuestros ojos se abre el valle de Valbona con unos cuantos picos todavía nevados y la visión es impresionante. Aquí, hay varios lugares a los que poder subirse para tener diferentes vistas de la imagen y poder reponer fuerzas. Es un punto perfecto para disfrutar de todo el paisaje y descansar.

En nuestro caso, este es el punto en el que tenemos que dar la vuelta y empezar el descenso, porque casi todo el trayecto es descendiendo en dirección Theth. Probablemente este recorrido sea la parte más dura de la ruta entera de Valbona a Theth pero si te pasa igual, te recomendamos que la hagas de igual manera porque merece mucho la pena. En esa cima nos encontramos con más personas que estaban haciendo lo mismo, aunque también había otras que habían contratado un guía para que les ayudara a pasar la zona nevada. La verdad que pensamos que con un par de bastones podríamos haber pasado la zona nevada pero como no era el caso, nos dimos la vuelta y volvimos a disfrutar de las vistas hacia el valle de Theth.

Pronto actualizaremos esta página con recomendaciones en Tirana y alguna zona costera que también pudimos visitar durante nuestra ruta por Albania. Mientras tanto, ¡no te pierdas las recomendaciones antes de viajar a Albania!