Cómo llegar a Stonehenge

 

Para llegar a Stonehenge lo más rápido es volar a alguno de los aeropuertos de la ciudad de Londres. En nuestro caso, el mejor avión por horarios y precio es el que aterrizaba en Gatwick. Llegando a Londres el viernes a la tarde y saliendo el domingo a la noche, aprovechamos el fin de semana al 100%.

 

Nada más aterrizar, cogemos el coche de alquiler para ir a Salysbury, nuestro campamento para para llegar a Stonehenge. Salysbury se encuentra a unas dos horas del aeropuerto de Gatwick. Tenemos tiempo para acostumbrarnos a conducir por el lado contrario, ¡todo un reto!

 

Desde aquí partimos hacia Stonehenge, a unos 20 minutos en coche. El recorrido en coche es fácil y acogedor entre tanta campiña. Lejos quedan los altos edificios de la capital de Inglaterra.

 

Monumento megalítico de Stonehenge

 

Para tu visita a Stonehenge deberás comprar las entradas por adelantado en internet, en la pagina oficial del sitio. Al llegar, verás un gran parking donde aparcar sin problema. Allí también hay un museo, una tienda – cafetería y una reproducción de casas neolíticas.

Nada más llegar fuimos a ver los megalitos. Después de tantos años escuchando hablar de ellos y viéndolos en los libros de texto, la espera había terminado. A pesar de no poder acercarte ya que está protegido, el camino que han habilitado alrededor te permitirá tener una visión de 360º. Pararte a mirarlos y dejar que la imaginación eche a volar es lo mejor que se puede hacer allí. Un lugar mágico sin duda.

 

Una visita al museo también es recomendable. Allí se puede ver cómo ha ido cambiando el lugar a lo largo de los años y entender un poco más su historia.

 

Qué ver cerca de Stonehenge

 

A pesar de que el objetivo es ver Stonehenge, aprovechamos el fin de semana para conocer más lugares cercanos. Visitamos tres ciudades de las que habíamos oído hablar mucho, sobre todo de una de ellas.

 

  1. Salysbury es la primera parada ya que hacemos noche allí. Es un pueblo medieval en el que destaca su catedral de estilo gótico. En ella está guardada la mejor copia de la Carta Magna. El pueblo es muy bonito, con pequeñas casas con fachadas muy bien cuidadas y calles empedradas.
  2. Bath es una de las ciudades más conocidas del suroeste inglés. Famosa por su arquitectura y sobre todo por sus termas naturales. Las más famosas son las termas romanas en las que poder darte un baño entre columnas romanas auténticas. Eso sí, ten en cuenta el horario inglés ya que muchos sitios cierran muy pronto. En pleno noviembre, no pudimos llegar a tiempo ya que a las 6 ya estaban cerradas.
  3. Oxford, uno de esos lugares que no necesitan presentación alguna. Ciudad universitaria que cuenta con la prestigiosa universidad del mismo nombre. Pasear por sus calles es volver al pasado con estudiantes con capas, carteras y bicis. Si te gusta Harry Potter, te sentirás en pleno rodaje.

 

Interior del Christ Church College, Oxford

 

Os recomendamos entrar en Christ Church College, el College más famoso y un imprescindible que ver en Oxford. Te recomendamos hacer la visita entera pero si no tienes tiempo, el gran comedor es impresionante. Si además eres fan de Harry Potter, verás que de repente te sentirás en el escenario de la película. Y es que J.K. Rowling se basó en este lugar para su comedor de Hogwarts.
Para ver la ciudad desde arriba, se puede subir a la cúpula de la Iglesia de Santa María la Virgen. A pesar de que la entrada a la iglesia es gratuita, el acceso a la torre es de pago. Te lo recomendamos ya que tendrás unas muy buenas vistas de toda la ciudad.

 

comedor de Christ Church College
El gran comedor de Christ Church College, Oxford

 

Si quieres conocer alguna ruta más por Europa, no dudes en visitar otras entradas en nuestra web 🙂