El primer día, lo centramos en la parte norte; en el Space Needle y sus alrededores. Aprovechando el buen tiempo cogemos el Monoraíl y en diez minutos nos plantamos en el museo de la cultura Pop. Una fachada al más puro estilo Frank Gehry nos da la bienvenida nada más bajarnos del Monoraíl. En ese mismo espacio se encuentra el museo, Space Needle y también el Chihuly garden and glass, un museo que expone obras de arte a base de cristal. Después de visitar la torre y dar una vuelta por los museos, nos queda tiempo para coger algo de comida y sentarnos en el parque junto a una fuente bastante curiosa.

 

Con las pilas cargadas, nos ponemos en camino en este primer día de nuestras 48 horas en Seattle. Próximo destino: Kerry park. En unos 20-25 minutos de cuestas llegamos finalmente al parque. Un par de autobuses de turistas nos dan la bienvenida al mirador del parque. Las vistas, inmejorables. El Skyline de la ciudad lo remata el monte rainier al fondo a la derecha, que en un día soleado nos deja una de las mejores vistas de Seattle. Ha merecido la pena subir las cuestas. Ahora ya cuesta abajo, nos encaminamos hacia el paseo junto al mar, llegando al parque de las esculturas. Desde este parque, por la calle «alaskan way», haremos todo el paseo marítimo (denominado Waterfront) que nos llevará a ver lugares como el zoo, la noria, el aquarium y un montón de restaurantes y puntos de ocio. Una vez se encienden las luces, el ambiente es inmejorable. 

 

 

El segundo día de nuestras 48 horas en Seattle, por la mañana visitamos Pike place market esperando ver el espectáculo que ofrece la pescadería del lugar, y no defrauda. Aprovechamos para adentrarnos en el mercado y ver sus tiendas de segunda mano que dan la posibilidad de comprar hasta panfletos de propaganda de la época de la segunda guerra mundial .

 

Volvemos a salir al exterior para ir en busca de la Gum Wall. Nos cuesta un poco encontrarla a pesar de que se encuentra en un callejón a mano derecha de la entrada principal del mercado. Al final, el rastro de turistas nos lleva hasta ella y es más grande de lo que pensábamos. Los chicles «decoran» el callejón entero, no solo una pared así que hay colores por todas partes. Volvemos a salir a la entrada principal para poder ver el famoso Starbucks. A diferencia del callejón, este lo encontramos a la primera ya que los turistas se amontonan en la entrada. Con tanta gente, se dificulta la visión y apenas se puede ver bien el exterior, que es lo que realmente mantienen sin renovar.

 

 

Aprovechando que es la hora de comer, nos adentramos en el centro de la ciudad y optamos por «The cheesecake factory». Después de reponer fuerzas y con la tripa un poco pesada, nos dejamos guiar por los rascacielos que más nos llaman la atención, sin olvidarnos de la biblioteca, para sentirnos como hormigas.

 

Al atardecer, dando un paseo de unos 25 minutos hacia el norte, vamos a «Union Lake Park» desde donde cogeremos el camino de la derecha para poder visitar las casas flotantes y disfrutar de las vistas que el lago nos ofrece. 

 

 

La parte del mercado de Uwajimaya y el barrio chino lo dejamos para el día siguiente ya que pilla muy cerca de la estación de autobuses. Otra opción es acercarse después de ver el mercado de Pike Place ya que al estar más hacia el sur, sería este el lugar más cercano al barrio chino. 

 

 

En un fin de semana, es más que factible hacerte una idea de lo que la ciudad de Seattle tiene que ofrecer. A pesar de no ser una de las más conocidas, si tienes la oportunidad de acercarte, no te defraudará.

 

Si te has quedado con las ganas de saber más acerca de los sitios que hemos mencionado, en este post tienes más información sobre todos ellos.